TODO PASA. PASA EL BIEN Y PASA EL MAL

Todo pasa. Pasa el bien y pasa el mal. Y por eso, donde están de paso, no puede haber felicidad. Por no comprender la vida, es por lo que muchas veces el pueblo se disgusta con ella; no piensan cómo es la 

vida, si pensasen lo que la vida es, dirían: - “¡Es verdad! Se pasan los días, las noches y todo pasa, como nosotros también pasamos, por no ser de este mundo.” Y los que son felices de conocer el principio y el 

fin del mundo, la INMUNIZACIÓN RACIONAL, estos, más felices que todos porque pueden y saben decir de dónde salieron para dónde van, de dónde todos salieron y para dónde van. 

Y así, la ilusión hizo que todos solamente implorasen la felicidad, dentro de un hospicio de ésos, en ese mundo que es una verdadera casa de locos, formada por los propios vivientes, como son formadas las ciencias. Y quien piensa en lo que el mundo es, y en lo que todos en el mundo son, llegará a la conclusión de que en el mundo, cuanto menos preocupaciones tengan, es mejor para ustedes mismos. Sí, porque de nada sirven las preocupaciones de unos pasajeros y están de paso, como todo en el mundo está de paso. Razón por la cual, deberán reducirse al mínimo las preocupaciones, encarando la vida como 

pasajera, de acuerdo con lo que ella es. 

Quien se preocupa por aquello que no es suyo. Está engañándose, malgastando su propio tiempo, incomodando a sí mismo, enfadándose con cosas y causas perdidas. La vida no es vuestra, y mucho menos lo 

que contiene. La vida es apenas un pasaje insignificante. ¿Para qué pasarse entonces la vida entera imaginando, si todo es en vano, si todo es perdido? Sí, porque el viviente debe preocuparse solamente por las cosas útiles a sí mismo. 

Por los vivientes no pensar como la vida pide que sea, es por lo que el sufrimiento aniquila cada vez más a todos aquellos que piensan haber llegado a este mundo para durar siempre. Nadie piensa en la 

muerte. Ni mucho menos quiere morir. Y por eso permanece ahí luchando para vencer siempre, y nunca alcanza la victoria. Son vencidos por el orden natural de las cosas, por la extinción de los seres 

que nacen en la Tierra, para el conocimiento de sí mismos. 

Por lo tanto, todos es pasajero, todos son pasajeros, y por eso es mejor no imaginar. ¿Imaginar para qué? Imaginar quiere decir: pensar en esto, pensar en aquello o aquello otro, porque el viviente desde que 

esté cierto del porqué está viviendo y del porqué vive, es cuanto basta para tener un punto de tranquilidad muy grande.

(pág.100/111, 1 Volumen, Libro UNIVERSO EN DESENCANTO, Sem RACIONAL SUPERIOR)

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