TODOS EN EL MUNDO FUERA DEL NATURAL
Todo esto es condenado por el Astral Superior, como condenados son todos aquellos que adoptan el mal con persistencia. Cuando se habla de las cosas naturales, ustedes, las consideran como un gran error, al mismo tiempo que siendo los equivocados, dicen que están ciertos.
Con la naturaleza nadie puede. El natural vence siempre, porque el natural vive con la naturaleza, y no existe nada más poderoso que ella. Protestan las cosas naturales, y quien así procede protesta su
propia felicidad; quien así procede está más que condenado por sí mismo. Y así, viven los infantes en una avalancha de errores, sufriendo las consecuencias de esas órbitas y banderolas, por pensar y decir que quien está cierto está equivocado, y quien está equivocado está cierto.
Quien se basa por las cosas naturales de la naturaleza dicen que está equivocado, y quien está fuera de ella, es que está cierto. Quien se basa en esa civilización, en esa educación, en ese medio donde todo es
apariencia y nada más, solo puede estar equivocado. Por eso, sufre las
consecuencias para muchas veces decir:- “¡Estamos siendo conducidos por Satanás, si no, no sufriríamos tanto!” Todavía dice más el infante: - “¡Yo no creo que haya un salvador, porque cuanto más le imploro, más sufro!”
Si la pureza estuviese en esa vuestra educación no sufrirían los pueblos como sufren. A veces, la desesperación es tan grande, que piden la muerte. Por lo tanto, sigan por lo que YO les digo. Por los
órdenes naturales en primer lugar y eso que es de ahí de vuestro natural, en último lugar. Todo lo que es natural, solamente hace bien y nunca hace mal.
Vuestro natural es malo, por eso viven sufriendo. Y el Astral Superior no atiende a quien no sabe lo que dice, a quien no sabe lo que quiere, por no conocer el verdadero natural. El RACIONAL SUPERIOR, y todos los del Astral, solamente atienden por los modos y métodos naturales. Por eso, vigilen sus ideas, y vean cuán erróneas todas ellas son. ¿Piensan que el Astral admite todas esas contradicciones? ¿Que admite el mal como elemento de prestigio,
como ustedes lo admiten?
Lo que es natural, está con el pueblo del Astral, y lo que no es natural, el pueblo del Astral no lo acepta. Lo recto, está en la base natural de las cosas; fuera de lo natural todo está errado y dentro de lo
natural, todo es recto. Pero, la confusión siendo reinante, es que los pueblos adoptan esos preconceptos como elementos de prestigio. Y así, viven dudando de aquello de lo que no tienen duda a hacer. El natural no tiene dudas a hacer, porque es el verdadero. El natural que adoptan como verdadero, es el que tiene dudas a hacer.
Por consiguiente nuestra redacción no tiene esos pseudos, no tiene esos crímenes, porque lo que tiene es de natural, y lo natural tiene todo en forma; todo de bien para mejor; y lo que parece natural y no lo es, todo de mal para peor, razón por la cual todos sufren. Sufre el rico, sufre el pobre, sufre el grande y sufre el pequeño.
Las cosas naturales son las adoptadas por aquellos que no desean al prójimo aquello que no quieren para sí. El natural es todo aquello que puede ser sin perjuicio de nadie, es todo aquello que está superior a
todos, por ser la naturaleza superior a todo. Y siendo la naturaleza superior a todos y a todos, es deber de todos obedecer y guiarse por las reglas naturales de hacer bien, para bien recibir, plantando así para sí mismo.
Pero la tortura invadió a todos, con esa nomenclatura azufrosa y dolorosa. Y por eso, viven todos implorando la fuerza superior de todos los invisibles del Astral Superior. Implorando para ser
contemplados de lo que necesitan, de lo que se encuentran con derecho, de lo que dicen tener derecho; y por no ser contemplados, se encuentran sufriendo de todas las maneras, de todas las formas y por todos los lados, sin notar que todo esto es porque no adoptan el verdadero natural.
YO, el RACIONAL SUPERIOR, y todos los del Astral, a los obedientes todo daremos, y los desobedientes y rebeldes, que no
cuenten con el Pueblo del Astral, porque es contar en vano. No haciendo cómo, nada hecho. No siendo obedientes, no pueden contar con una corriente poderosa a su lado, para vencer los obstáculos y todo lo que precisan: salud y sosiego. Teniendo salud y sosiego, es porque está contemplado de todo, y a todos YO contemplaré más de lo que merecen. Pero la obediencia en primer lugar, porque la testarudez no da buenos resultados con los superiores del Astral.
Y así, todos los que obedecen al Astral Superior, que cuentan con sus soluciones y que esperan ser contemplados, deben tener siempre en mente que es preciso en primer lugar la obediencia, la persistencia y el modo claro y cristalino de comprender las cosas, para no hacer confusión de lo que está cierto de las cosas naturales. Lo que es natural es bueno, es bello, es poderoso, porque vibra con la propia naturaleza y todos dependen de ella; no existe nada que pueda más que ella.
Por lo tanto, quien encara las cosas como por derecho son, será siempre contemplado y estará siempre por encima del sufrimiento. Dejará de cargas cruces llenas de tormentos, como muchos vivientes que llegan al punto de enloquecer, viendo el instante en que no podrán más vivir así, sin saber lo que van a hacer de la vida. Son los testarudos y rebeldes, que desconocen los verdaderos órdenes naturales de las cosas y dejando de guiarse por ellos para guiarse por lo errado de los errados, errando siempre, yendo así cada vez más de mal a peor.
Esto es para aquellos que hacen confusión del verdadero natural, con el natural creado por vuestros antepasados. Creando así está confusión que están viendo. Nadie se entiende; grandes y pequeños. ¡La confusión está dentro de todas las capas sociales! En el mismo instante que están de acuerdo, están discordando, por causa de ese natural que no es el verdadero.
Vean así, que están traicionados por una fantasía, viviendo solo de la hipocresía, por eso el mundo se tornó una casa de locos. Por lo tanto, no se basen en las cosas del mundo, porque quien así procede sufre mucho, y los que reconocen ese gran error, vencen por los métodos naturales, alcanzando todo lo que desean.
Todos son hermanos, pero, vean cómo viven. Unos contra otros.
Si el natural fuese ese que todos adoptan, vivirían muy bien y felices. Pero por la naturaleza no ser esa que adoptan como verdadera, es por lo que la infelicidad es el guía de todos. Esto es una práctica de la vida común y de lo que debe ser, y no de lo que quieren que sea.
Las campanadas del Astral, son para todas las cabezas. Tocando la campana para una llamada a aquello que faltan con lo primordial, que es la obediencia al Astral Superior. Las virtudes de un buen
navegante son muy elevadas y multiplicadas. Todas consumándose
comprobadamente, sólidamente, multiplicadamente cada vez más. Por lo tanto, los buenos navegantes siempre elevados a las alturas, por caminos cada vez más elevados, y las alegrías, las riquezas, siempre multiplicándose.
El deber de todos los infantes, de ambos sexos, es hacer cómo, en beneficio propio, para que todo lo bueno, con correr de los días, les venga a las manos. Lo que precisan, lo que desean, lo que imploran, y
mucho más todavía.
Quién hace cómo, en ese camino, todo le brilla, todo le reluce en multiplicaciones de glorias sucesivas, trabajando así en beneficio de sí mismo. ¿Cuál es el trabajo? La obediencia, la persistencia, la calma y la simplicidad. Ser bienhechor y prudente bajo todos los puntos de vista. No sirve de nada al viviente ser insolente e imprudente, pues se torna un perturbador de sí mismo, por las ideas incompatibles con las normas que YO expongo aquí.
El orden natural de las cosas tiene diversas características: al que nació para ser alto, la naturaleza lo lleva a su alto lugar, el que nació para ser bajo, la naturaleza lo deja en su lugar bajo; al que nació para ser pequeño, raquítico, la naturaleza solamente le proporciona esa
finalidad y nada más. Esos son puntos naturales que vibran con la naturaleza, son espejos para todas esas inmensas grandezas, para todas las interpretaciones de los seres, dados por la formación de los
insaciables, que hacen con que el viviente nunca esté satisfecho con lo que posee.
Si es alto, cuanto más alto está, más alto quiere elevarse; si es pequeño, también quiere ser grande, y de ahí vienen las luchas y las confusiones. El delgado, quiere ser gordo; el gordo, quiere ser delgado; el pobre, quiere ser rico, el rico, quiere ser cada vez más rico. En fin, son insaciables en todo. Seres indolentes por la propia naturaleza, desequilibrados. Y por eso son así.
Si fuesen equilibrados no serían así, precisando notar que en relación a la naturaleza, hasta un cierto punto de vista son iguales, y sobre otro punto de vista son diferentes. Esta es la razón de que los
vivientes sean solamente aquello para lo que la naturaleza los hizo. Para ser aquello que la naturaleza quiere; y por eso, se da el caso de que muchos vivientes completamente analfabetos, posean grandes fortunas y conquisten grandes riquezas, y otros que estudian para
adquirir riquezas, están siempre en la miseria.
El viviente tiene que ser aquello que la naturaleza quiere y no lo que él quiere. El viviente quiere ser rico, pero la naturaleza lo hizo para ser pobre, lucha toda la vida y de todos los modos, de todas las formas y siempre pobre. Y otro, que la naturaleza lo hizo para ser rico, no precisa luchar y su riqueza es resuelta naturalmente, sin sacrificios. Hay también los que no nacieron para ser ricos, que hacen cómo, se sacrifican y se hacen ricos ¿y qué es lo que ocurre? La naturaleza les toma todo.
Es la misma cosa que el viviente procurar ser bonito. Va para el instituto de belleza y acaba poniéndose bonito. Pero, cuando deja de frecuentar el instituto, se queda más feo de lo que era.
Observen que hay personas que no nacieron para ser ricas, lo acaban siendo, y al final, terminan pobres. Ahora dicen: - “¡Malos negocios!” Sí, empobrecieron por este o aquel motivo, pero siempre
motivos hechos por la naturaleza, pues todos son dominados por la naturaleza y hechos por ella. Esto es lo que son las cosas verdaderas, naturales.
Cuando el árbol nace para ser pequeño, si crece demasiado, cae, porque el árbol que nace para ser grande, ya trae su construcción y raíces propias para resistir todas las intemperies, y el pequeño tiene su naturaleza hecha de acuerdo con su tamaño.
Así son estas variaciones entre los vivientes, queriendo muchos ser lo que no nacieron para ser. El viviente que nació para ser bueno, es siempre bueno; el viviente que nació para ser malo, es siempre malo. El árbol que nació para dar espinas, da siempre espinas, y todo es así.
Entonces, dice el viviente: - “¡Qué infelicidad la de aquellos que nacieron para ser pobres!” No es infelicidad y sí el factor natural. El factor natural es aquello que tiene que ser; por eso la noche es noche y el día es día; el sol es de un extremo, la luna de otro, la tierra de otro y
el agua de otro.
Los extremos son todos diferentes, y por eso, cada cual tiene su signo. Los que tienen el signo del Sol son muy felices, los que nacieron con el signo de la Luna son infelices; los que nacieron con el signo de
las estrellas, más infelices; y los que nacieron con el signo de la tierra, más infelices todavía. Y así, cada cual con su planeta, con su signo; cada cual viviendo de acuerdo con su formación natural, hecha por la naturaleza.