Por lo tanto, ¿qué es un planeta? Planeta es un viviente de los astros, con su vida y con su fuerza, estando en esa fuerza su influencia. De esta forma, cuando el viviente nace y este o aquel planeta está con su influencia sobre la Tierra, el viviente recibe la influencia de él. Si la influencia es de Marte, el viviente sufre mucho, pena mucho. Si la influencia es de Júpiter, el viviente sufre menos; si es de acuario, menos todavía, y así sucesivamente.
¿Qué es el signo? Signo es la piedra o el metal que el planeta adopta y donde tiene toda su influencia, que es el número, siendo la letra, el planeta. Y por eso, cada piedra con su planeta, cada metal con su planeta; y así los vegetales, los animales, y todo lo que existe en el mundo pues hasta para hacer una plantación es preciso escoger el planeta, que muchas veces el viviente piensa que trae lluvia, planta, y el planeta que viene es seco y todo muere. Muchas veces la luna promete lluvia y no llueve, y otras no lo promete y llueve.
Los planetas imperan con gran furor en el mundo, existiendo los que indican sequía por mucho o poco tiempo. Por eso, cuando antiguamente se guiaban por los planetas, vivían mucho mejor. Los hombres eran más cuidadosos, y las mujeres también. Procuraban que sus hijos naciesen bajo las influencias de planetas buenos, habiendo algunos que se descuidaban y tenían hijos malos, que nacían para incomodar a los buenos. Muchos llegaban a matar a los hijos cuando estos nacían bajo la influencia de planetas malos, por descuidos en sus relaciones. Otros tenían pena de matarlos y dejaban que sobreviviesen a pesar de saber que irían a dar mucho trabajo y tener un sufrimiento
enorme en el mundo.
Ahí está el conocimiento de los alfabetos primitivos que surgieron en el mundo, donde existieron diversos, pero el mejor fue el de astrología. Con el alfabeto astrológico el pueblo se comprendía y
gobernaba mejor. Con el alfabeto que impera hasta hoy, solo se ve en el mundo un progreso de martirizados y sufridores. Es un alfabeto todo complicado, que dio a todos esa manía de mejorar, y todo cada vez peor.
Hoy, miran para el alfabeto que está en las palmas de las manos, para todos esos trazos, todas esas rayas y todos esos puntos, y nada saben descifrar.
Todo eso tiene su significado, y los vivientes no saben descifrarlo. Están con el saber en las manos, con la vida toda trazada en las palmas de las manos, que es el alfabeto astrológico y sin saber lo
que quiere decir.
No es que todos nazcan ignorantes como acostumbran a decir, y sí, por culpa de los pueblos de otrora, que son los mismos de ahora, que no continuaron con el alfabeto astrológico, que bien adelantado estaba en su progreso.
Tan bonito el viviente mirar para las palmas de las manos y saber porqué nació, saber todo lo que tiene que ocurrir, lo que tiene que ser en la vida, de nada valiendo querer escapar de aquello que está escrito en sus propias manos. Saber toda su ruta futura, el día y la hora de morir. Tan bien que todos podrían vivir.
Pero las nuevas generaciones de otrora con la manía de los descubrimientos, con la manía de las experiencias, con la manía de querer cosas todavía mejores, dieron inicio al alfabeto que hoy todavía adoptan y en vez de enseñar el antiguo, enseñaron ese, desviándose de lo cierto para lo errado.
La culpa es de las generaciones antiguas, que todo podían saber hasta llegar al auge. Si nacían para esta o aquella arte, para esta o aquella ciencia pudiendo guiarse con el mapa de la vida que está en las palmas de las manos, que dice a todos da carrera que debían seguir, el lugar en que debían morar, la fortuna, la riqueza y los pasajes remediados.
Los ambiciosos y gananciosos que tenían deseos de ser ricos, pero el alfabeto mostraba que serían remediados, los otros, a quienes el alfabeto decía que tendrían que ser músicos, pero que no querían ser músicos, querían que la ciencia fuese hecha de acuerdo con tales
voluntades de querer ser aquello para lo que no nacieron. Entonces, esos disgustados, son los que fueron tratando de organizar otra ciencia y otro alfabeto, para que, por medio de los cuales, pudiesen dar expansión a sus voluntades.
En balde fueron los esfuerzos de esos tales que no se conformaban con sus destinos, dados por el alfabeto astrológico. Entonces, no quisieron guiarse por lo recto, que es la manía de muchos, y seguían por lo errado para sus conveniencias.
Esto fue lo que ocurrió en otro tiempo. No todos se conformaban con la descripción del alfabeto que traían en las palmas de las manos.
(pág.135/138, 1 Volumen, Libro UNIVERSO EN DESENCANTO, del RACIONAL SUPERIOR)