LAS INFLUENCIAS DE LOS HABITANTES DEL VACÍO
La verdadera alma es el corazón. Pero por categoría vana, la forjaron. Invisiblemente nunca existieron, y sí, vivientes, habitantes del inmenso vacío, que se rigen por una jerarquía igual a la de los vivientes ahí de la Tierra, por ser deformados en categorías diferentes.
Entonces, pregunta el infante: - “¿Y existen en el vacío más vivientes que aquí en la Tierra?” Respondo YO: ¡no! Porque la Tierra es una verdadera bichera, produciendo vidas de todas las maneras: vegetales – vivientes con su jerarquía muy grande. Animales – vivientes con sus jerarquías y diferencias muy grandes unos de otros.
La tierra y el agua, ambas son vivientes, fábricas de vivientes.
Por lo tanto en el espacio solo existen seres inferiores, que se dividen en partes, con diferencias de unos para otros, por ser el Sol, fecundador y creador, la luna, al actuar con sus efectos magnéticos, como coadyuvante, y las estrellas, con sus influencias saludables, electrizantes; corrientes abonadoras de la formación de los seres.
Y así, muchos acostumbran a soñar con almas del mundo invisible, como si existiesen; completamente sugestionados por esas cosas que piensan que existen, pero que no existen. La sugestión tiene gran parte de influencia magnética, haciendo con que el viviente vea esas fantasías bajo el poder magnético.
Por lo tanto, alma, una sola, que es el corazón; que es el alma del cuerpo, el alma de la vida. En él están los buenos y los malos sentimientos. Es el dueño del cuerpo, es el primero a sentir las cosas buenas y malas; y todavía hay vivientes soñando con esas existencias, que realmente nunca vieron para poder probarlo. Es el mundo de los ciegos de ojos abiertos; y por eso, no saben divulgar estas cosas.
Ven, pero no saben lo que están viendo. Aprenden las cosas sin tener certeza si son verdaderas o no, y van hablando como si tuviesen certeza de lo que dicen. Nunca viendo la existencia de tales, para saber si están ciertos o no.
Y así, los vivientes de ahí del vacío, por ser dotados de gran fuerza magnética y eléctrica, es que aprovechándose de la fuerza magnética que poseen se presentan en la Tierra delante de cualquiera, como bien entienden: como pariente del propio viviente, como santo, como indígena; en fin, como se les ocurre.
Y los vivientes que no conocen bien esas cosas, ni saben cómo son hechas, dicen que se les presentó delante, su madre, o el espíritu de este o de aquel otro; como se puede ver perfectamente, también de cualquier otra persona. Ellos se presentan como se les ocurre, debido a la gran fuerza eléctrica y magnética que poseen.
El viviente que no conoce esas cosas, no sabe divulgarlas ni definirlas, dice que la inmortalidad existe de hecho y se queda
convencido de esa falsa realidad, por no saber como son hechas esas fantasías. Por eso, es admisible que aquellos que no saben ni conocen, y que han visto esas cosas, piensen que existen espíritus y la inmortalidad.
Entonces, ésos que han visto y acostumbran a ver, comienzan a hablar en el paso que van a dar cuando mueran, con la esperanza de que en la vida espiritual tal vez sean más felices. Son personas que sufren y dicen que están pagando lo que hicieron en otras encarnaciones.
Es por eso, que muchos tienen la falsa certeza de la inmortalidad.
Pero si conociesen cómo son hechos esos movimientos, cómo son hechas esas cosas, lo interpretarían de otra manera. Es por eso que los pueblos todavía están atrasados para la verdad de las verdades. Y es por causa de eso que el espiritismo todavía está en pie. Cuando sepa divulgarse que todas esas cosas son falsedades, se acabará el espiritismo, se acabarán las experiencias y se afirmarán todos con certeza de las cosas.
La vida de los forasteros, es la de los que viven fuera de la jornada del RACIONAL SUPERIOR, perdidos y perdiéndose en ese mundo, en ese valle de lágrimas y dolores, viendo ahí la divulgación de lo cierto, del altivo bien del RACIONAL SUPERIOR y todavía permanecen agarrados a los moldes del sufridor.
Viven peregrinando con fe de judíos errantes, pudiendo ahora beber el agua de la felicidad en la fuente de esta Escrituración, pensando ser una fuente dudosa porque viven con tantos nudos en las entrañas. Nudos de pura rudeza, embriagados en ese mundo que es un pleito de desventuras, una jornada de dolor; en ese amontonamiento alegórico de sufridores, penando todos por esa fuente de perdidos, con risas de dolor, pasajeros en todo. Rudos, embriagados, convencidos que no han de sufrir y siempre sufriendo. Vida de podridos en vida.
Y así, ¿qué vale ese mundo? ¡Nada! ¿Qué valen todos en ese mundo? ¡Nada! La ilusión es la que hace valorar las cosas hasta desilusionarse. Y después de la desilusión, las cosas no tienen más valor. Por ahí pueden ver, como eso es una fuente de perdidos, viviendo siempre llenos de miserias. Muchas veces no se dan cuenta de la ilusión, cegados por ella, y cuando se desilusionan es cuando ven todo el tiempo perdido, cuánto trabajo en vano, sin necesidad; cuánto descontento sin gratitud.
Y así, lo mejor de la vida, es no dar importancia a sus pertenencias y no valorar cosa alguna, porque nada tiene valor. Lo que hace que el viviente dé valor a esto o aquello, es la ceguera de la ilusión. Es porque está ilusionado, no regula, es un verdadero embriagado. Por eso, la vida es de los inconcientes, porque está visto que no hay nada hecho con conciencia.
Donde existe la ilusión, no existe la conciencia, donde existe la fantasía, no existe la conciencia. Ilusionados, suponiendo tener conciencia en el juicio de las cosas, y cayendo en contradicción con lo que dicen, porque van viendo que no hay conciencia. Donde están los gustos, las ilusiones y los ideales, la conciencia desaparece; porque hoy gusta con conciencia y mañana no gusta más. ¿Dónde está la conciencia? Donde existen las aventuras no existe conciencia.
Usan la conciencia como una disculpa dada para la buena interpretación de sus conveniencias. Para ejecución de un plano
idealizado por sí mismos, hablan en conciencia: - “No le gusta hoy, pero mañana está gustando; no lo hace hoy pero lo hace mañana; no lo acepta hoy, pero lo acepta mañana. Hoy no acepta porque tiene conciencia y mañana muda y acepta por esto o por aquello. La conciencia de todos es traicionera, engañadora y pasajera. Pues, si en la propia vida no hay garantía, ¿cómo puede ser encontrada en la conciencia?
Pues si la vida no es positiva, ¿cómo es que la conciencia puede serlo? ¡Es que no son puros, ni limpios, ni perfectos, y sí impuros! Y por eso en vuestra conciencia no hay solidez para que la persona se mantenga en un cierto punto, y pueda decir que tiene conciencia pura, limpia, clara y cristalina. Los que así dicen, faltan a la verdad para con aquellos que conocen lo que es el ser humano. Es ser humano es un sufridor, es un traidor de sí mismo y de los incautos que no comprenden la naturaleza.
Por lo tanto, ¿qué son en el mundo? Aparentemente lo son todo y verdaderamente no son nada. Verdaderos ciegos de ojos abiertos que van diciendo que están ciertos, como si perteneciesen a una naturaleza recta, a una conciencia recta; como si fuesen puros, limpios y
perfectos.
( 1 Volumen, Libro UNIVERSO EN DESENCANTO, del RACIONAL SUPERIOR)
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