EL ESPEJO DEL MUNDO

EL ESPEJO DEL MUNDO 

Esta obra tiene la utilidad asombrosa de hacer desaparecer la jactancia, el orgullo, la presunción y la vanidad. Muchos lo encontrarán difícil, diciendo que esta solución, aquí aclarada en esta Obra, no podrá ser llevada al público. 

Ahora, ahí está en manos de todos, la verdad de las verdades, lo que todos imploran hace mucho. Ahora apareció ahí entre todos, lo que hace mucho todos en el mundo imploran, por ser el sufrimiento demasiado e irresistible en el mundo entero. 

Se vive en el mundo porque se tiene vida y hay que vivirla, porque vivir de la forma que todos viven no vale la pena vivir. En ciertos momentos se pierde el placer de la vida. El mundo estaba entregado a la impostura, y el organito tocaba una sola música: sufrimiento, y cuanto más sufrimiento, más todos tenían que sufrir. 

Sin embargo, dentro de poco tiempo, la INMUNIZACIÓN RACIONAL en orden del día en todos los lugares, en todos los rincones y en todos los agujeros. Todos contarán solamente con la INMUNIZACIÓN RACIONAL, leyendo persistentemente para ser inmunizados, y encontrando todos los deseos consumados de felicidad eterna, de salvación eterna. Dentro de poco la INMUNIZACIÓN RACIONAL, colocada encima de todo y de todos, transformando esa deformación del mundo para el estado natural, por el Conocimiento Racional hecho por la INMUNIZACIÓN RACIONAL. 

Siempre hablaron en Racional en el mundo entero, pero no sabían cómo era. Hablaban en Racional (como hablan), pero viven sufriendo más que animales o fieras bravías. 

La INMUNIZACIÓN RACIONAL será acatada por todos, conocida y reconocida como el mayor tesoro del mundo, como la cosa más pura que pueda existir. Todos inmunizándose, todos encontrando el confort relativo sobre todos los puntos de vista de sí mismo, conociendo porqué ahí nacieron, porque ahí nacían; de dónde vinieron, para dónde van, y cómo van. 

¡Mayor felicidad, mayor contento y alegría universal, no podrá existir! Esta es la mayor sorpresa universal. Acaba la impostura, ese cataclismo de mistificación, la autosugestión; todo desapareciendo de una vez para siempre, acabando con ese contenido mantenedor de esas miserias, de todo ese pleito sin fundamento, de todas esas olas de ilusiones, de todo ese preludio infernal, de toda esa vida donde solo brilla el mal, en ese agujero inmenso que es el mundo. 

Todos viven ahí, dentro de ese agujero, mirando para arriba, para el firmamento, y encontrando dificultades en la imaginación para desvendar esos misterios, diciendo que el mundo es un fenómeno, un encanto indesvendable, lleno de grandes misterios insolubles, que la imaginación del hombre no puede solucionar. 

Entonces, viven diciendo: - “Tenemos aquí esta sabiduría hipócrita, aprendiendo siempre y nunca llegando a la conclusión de las cosas; de la verdad nada sabemos. El mundo es un panteón de miserias, un palacio encantado, un tribunal de amarguras, debido a que nuestras imaginaciones no pueden desvendar los misterios que están incubados en esta vasta inmensidad, que nuestra vista da para alcanzar.” 

El Sol no habla con nosotros, ni lo hace la Luna ni las estrellas tampoco. Somos aquí unos solitarios, viviendo en esta inmensa soledad, aprendiendo a costa nuestra, a fuerza de sacrificios inmensos, de experiencias que no tienen más fin, en este medio y modo de vida que adoptamos, pero con el cual nadie se conforma, porque vivimos incompletos de todo, porque estamos ajenos y ausentes de todo el saber verdadero.” 

Y continúa el viviente en su lamentación:-“Nuestra imaginación nunca podría dar el conocimiento del porqué somos así. Nuestra imaginación ya está agotada, y por eso, tanta gente en el mundo, y tan poco saber.” 

Es verdad, el saber de todos de ese mundo es ilusionismo, es ilusión; y por vivir todos así ilusionados, es por lo que el sufrimiento siempre progresó, cada vez más, al punto de convertirse todos en desentendidos, y por eso, todos los entendimientos han sido pasajeros. 

Hoy están entendiéndose muy bien, mañana desentendidos, sobre todo, sobre todos los puntos de vista. Y así van vagando en ese crepúsculo, remando contra la marea, pensando que brillan porque tienen vida, pero no saben porqué viven. 

Ahora es que están sabiendo y conociendo el secreto de ese agujero, y pueden mirar para aquí encima y decir: - “Yo veo el firmamento y sé porqué lo veo; sé porqué estoy aquí en este mundo. El Sol está allá encima y nosotros aquí en este agujero, encima de esta Tierra, pero ahora yo sé porqué piso encima de ella. Dejé de vivir a 

tientas, como cuando procuraba comprender todo y nada sabía de este origen.” 

Viven todos en ese mundo procurando apurar ese gran saber que es un saber que no satisface, y por eso, el sufrimiento es cada vez mayor. Donde hay sufrimiento, no hay saber, porque si supiesen, no sufrirían. Por lo tanto, ¿de qué adelanta ese saber, que solo trae sufrimiento? 

( 1 Volumen, Libro UNIVERSO EN DESENCANTO, del RACIONAL SUPERIOR)

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