LA VIDA ES SIN GARANTÍAS Y UNA ILUSIÓN
La vida es un triunfo sin precedentes, por ser así constituida de dudas y redudas, en todos los puntos de vista sobre la vida.
Si la vida no fuese como es y como todos conocen, sin garantía, sería un primor, llena de maravillas. Pero por no ser así, es que es dudosa, es que existe el desánimo, y del desánimo viene el enfado y el cansancio de la vida. Ahí el viviente lleva una vida más enfadado que alegre, más enfadado que satisfecho, por no conocer y no saber juzgar da vida. Mientras el viviente está dominado por la ilusión, considera la vida como símbolo de maravillas, pero después que la ilusión desaparece, cae en la realidad y la ve como un símbolo de sufrimiento, de engaños y desengaños, por la vida ser espinosa como es.
-“¿Y todos se desiluden?” Digo YO: sí, no existe quien, sea pobre o sea rico, que después de vivir un cierto tiempo no caiga en la realidad, porque a lo que uno está expuesto, lo están todos. Cada cual sufriendo sus amarguras, debido al medio y al modo de vivir. Todos pasando sus golpes crueles.
Entonces, ¿cómo debe el viviente encarar la vida? Con el máximo desprecio, procurando preocuparse por las cosas de su conveniencia y ser tolerante en el medio simple, que es el medio de las despreocupaciones.
Las excesivas preocupaciones atormentan al viviente, y este, hay horas en que parece que está en un infierno en vida, convencido de que esta vida es un infierno. Estos pasajes son consecuencia de los vivientes querer ostentar un cierto apogeo, y estos apogeos, traen siempre demasiadas preocupaciones. Ahí está el infierno, el descontento más elevado para los que no aceptan la vida simple, sosegada, sin preocupaciones.
¿De qué vale un medio en que el viviente vive lleno de preocupaciones y de luchas? Las luchas traen tales enfados y quejas, que molestan a los propios vivientes, porque estos, por regla general, no saben vivir. Por eso hay en el mundo, todas esas confusiones, siendo el sufrimiento el mayor brillante del día entre todas las camadas; y la beligerancia, esta, ni hablar. Todos guerreando para vencer, y el mundo como una verdadera casa de locos, o como un hospicio. Nadie se entiende, muchas veces ni a sí mismos, porque no saben lo que quieren. Muchas veces están bien y piensan que están mal, y cuando están mal, piensan que están bien.
¿Y por qué la vida quedó formada así entre los vivientes? Por estar, la vida y sus pertenencias, todas en duda, naciendo entonces, en razón de las dudas, los métodos de conquista. Entonces, dice el viviente: - “Si yo conquistase aquello estaría bien; si yo conquistase aquello otro estaría feliz; si yo obtuviese eso, la vida sería otra.” El viviente conquista todo esto, y no se siente feliz. ¿Por qué? Porque vive en la incertidumbre.
Muchas veces, el rico llora y se queja de ser rico, preguntándose de que le vale su riqueza, si tiene mucho dinero, pero no tiene lo principal que es el sosiego; viven en constantes preocupaciones y las luchas son demasiadas. ¿De qué vale tener todo esto, si pasa noches y noches queriendo dormir y no puede?
Entonces el rico, muchas veces, envidia la vida del pobre despreocupado, del pobre que lleva la vida sonriente, porque nada le preocupa y tiene amor a la vida que lleva, se dice a sí mismo:
- “ Si el pobre no tuviese amor a la vida que lleva, se volvería contra los ricos, pero por tener amor a esta vida que lleva, ostenta su pobreza con mucha satisfacción. Come su plato de porotos, no tiene demasiadas preocupaciones, se acuesta en su cama y no se acuerda de más nada.
¡Que vida feliz lleva ese pueblo, que tan feliz así vive! ¿Y cuál es mi felicidad, si aparento ser feliz y las preocupaciones contradicen todo esto?” Y así, con sus preocupaciones, el rico acaba siendo el que más sufre.
Ahora digo YO: sí, porque todo cansa; el pasar bien cansa, el pasar mal también, y lo que cansa no sirve para nada. Y así, cuando el viviente llega a conocer todo eso del mundo y otras tantas cosas de lo que es la vida, imagina y dice: - “Soy un tipo feliz, porque sé cómo debo vivir.”
Todo cansa, los paseos, los viajes, todo aquello que el viviente posee, que solamente es bueno mientras no está en poder del viviente; después pasa a no tener más valor, y el viviente con el tiempo lo deja de lado, porque todo es bueno mientras no cansa, y todo en la vida es así. Una ropa nueva, mientras no cansa, se viste siempre y después se la deja de lado porque el viviente no quiere más aquel corte, aquel color. Y así es todo, para todos los vivientes de ambos sexos.
Por lo tanto, no hay nada como la vida sencilla, con preocupaciones, pero que no consumen; preocupaciones tolerables, soportables. Pregunta el viviente: - “¿Y esta vida durará siempre en estas condiciones?” Digo YO: ¡no! Por lo que ya conocen en la INMUNIZACIÓN RACIONAL, saben que vendrán muchas transformaciones, siempre para mejor; modificaciones siempre para mejor y el mundo entero vivirá más feliz, después que todos conozcan la INMUNIZACIÓN RACIONAL. Los que viven ilusionados con la vida, se desilusionarán; la ilusión solo perdura mientras el viviente permanece en tinieblas; como está el mundo entero, todos equivocados, engañándose a sí mismos, en dudas de todo, en la incertidumbre de .
( 1Volumen, Libro UNIVERSO EN DESENCANTO, del RACIONAL SUPERIOR)