En la INMUNIZACIÓN RACIONAL encuentran el todo verdadero, y el todo aparente está en el encanto. El todo verdadero es el conocimiento que todos procuran, y no el todo aparente. El todo aparente hoy es una cosa, y mañana es otra.
Por lo tanto, quien tenga conocimiento de la INMUNIZACIÓN RACIONAL, solamente podrá aceptar el todo verdadero. El que conozca la INMUNIZACIÓN RACIONAL cuyo conocimiento está en esta Escrituración, jamás dejará el todo verdadero, por el todo aparente.
El que no tiene estos conocimientos, juzgará siempre lo cierto como errado, y lo errado como cierto. Y cuando llegue a conocer lo verdaderamente cierto, naturalmente extrañará y exclamará: -
“¡Finalmente me ajusté a mi natural!”
La nada aparente vale mucho para quien no conoce el todo verdadero. Quien tiene conocimiento de su natural, que es el todo verdadero, no dará importancia a ese todo originado de la nada, porque el todo de la nada, no vale nada.
Aparentemente el todo de la nada realza valor, pero verdaderamente no lo tiene. Por eso, acostumbran decir: - “Lo derecho del torcido, es torcido.” Si no fuesen torcidos, no dependerían de aprender para acertar. Aprendiendo siempre errado, y el viviente errando, torciendo lo derecho, definitivamente. Es en este punto que terminan todas las ilusiones, o mueren.
Está aquí explicada la vida de aquellos que conocen el todo solo aparentemente, y desconocen el todo verdadero, por ignorar su origen natural.
(1 Volumen, Libro UNIVERSO EN DESENCANTO, del RACIONAL SUPERIOR)