Los hombres nacieron en el mundo, pero es preciso notar que el mundo no es de los hombres, no es de los habitantes y por el mundo no ser de sus habitantes, es por lo que no pueden ellos resolverlo todo.
Ahora van a comenzar a ver las cosas encarrilarse para nuevos rumbos, y con carácter de mejoría universal. Se acabará el absurdo del viviente que nace ahí en ese mundo sin saber que eso ahí no es suyo, y querer tener un pleno dominio juzgando todo según su modo de ver, encarando sus semejantes con un indiferentismo tal, que no los considera seres iguales a sí, por pensar mejor en todo, sin serlo.
Esa es la razón de las desumanidades, y el triste fin del mundo ser de una forma tan diferente de lo que pensaban.
Pensaban que era por los trances del progreso del fuego y de la destrucción causada por él, y cuando acaba es tan diferente, el por el conocimiento de la INMUNIZACIÓN RACIONAL.
Y así, YO, el RACIONAL SUPERIOR, día y noche, noche y día, aquí trabajando para la redacción de esta grandiosa y mayor Obra universal. Esto es para que vean a que punto la humanidad llegó y la razón de todas las ruinas de ese mundo.
En este mundo deformado, que tuvo su principio y tendrá su fin, los vivientes no podían dejar de ser como son, deformados por ser producto de esa deformación.
Una vez hijos de esa naturaleza desregulada, no podían regular tampoco. Vean las modificaciones del tiempo, las alteraciones de la naturaleza, y las modificaciones del sol.
Ora es de día, ora es de noche, ora están pasando mal, ora satisfechos, siempre sin estabilidad, por ser hijos de esa naturaleza desregulada. El día es más alegre, y la noche es más triste.
( 1 Volumen, Libro UNIVERSO EN DESENCANTO, del RACIONAL SUPERIOR)